"Calidad" es la palabra que define a este instrumento, el sonido tradicional de la guitarra, es un deleite el poder poseer una herramienta que cumple con los requerimientos esenciales para la ejecución: buena variedad tímbrica, respuesta inmediata al ataque, equilibrio físico y sonoro y una ergonomía digna de un concertista.

Las guitarras del Maestro Guitarrero Jorge Lay Herrera son una muestra de un instrumento de calidad internacional. Jorge me hizo mi guitarra después de estar en su taller, personalmente pude escoger las maderas de mi guitarra y él estuvo en completo contacto conmigo para mostrarme el avance de la construcción de mi instrumento. Mi guitarra hecha por Jorge Lay cada día toma un sonido mas personal y profundo, es un placer tocarlo y sentir como evoluciona y crece en timbre y personalidad.

Querido Jorge Lay: Un verdadero placer tocar tus hermosas guitarras, cada una con su propia personalidad sonora y lo más importante, todas con una magia especial.

Querido Jorge: ¡Enhorabuena! Tienes unas guitarras preciosas hechas de alta calidad. Tienen muchos colores, un sonido amplio y bonito. Además bonitos detalles. Ha sido un gran placer tocarlas.

In Colima, Mexico I had the pleasure to try two of Jorge Lay Herrera's guitars. Both fine instruments with warm and colourful sound. The ceder model I really liked to play, therefore I can give Jorge Lay Herrera's guitars my warmly and best of recomendation. With warm regards Finn Elias Svit.

¡Tus guitarras de concierto son excelentes! Tienen una muy buena construcción, llena de detalles que hacen un instrumento elegante, además de caracterizarse por tener un sonido único y bello, ya que tanto el barniz como la plantilla son creadas 100% por ti. Las maderas que utilizas inmediatamente se ven de calidad.

¡Felicidades y gracias por compartir tu trabajo!

Durante mi viaje a Ciudad de México, tuve la oportunidad de probar las guitarras del constructor Jorge Lay Herrera. Entonces pude ver las buenas condiciones con que trabaja y la buena calidad de las maderas. La sonoridad que transmiten sus guitarras es buena, lo que lleva a que la ejecución se torne cómoda.

De mi tercerola puedo decir que estoy muy feliz y me siento muy cómoda con ella, es hermosa con gran elegancia y un sonido muy dulce y agradable, los armónicos suenan muy bien y con gran duración, respecto al brazo es ideal. ¡Muy recomendable!

He sido testigo del avance como guitarrero del Maestro Jorge Lay desde el Festival de Lagos de Moreno del 2017. Desde el momento en que me pidió poder probar sus guitarras me parecieron increíbles: Manteniendo una estructura tradicional en cuanto a la morfología del instrumento pero siempre buscando su propia “voz”.

Guitarras equilibradas con bajos potentes y tiples claros y que responden al toque desde el más fino al más vulgar del guitarrista, una estructura óptima y cómoda del brazo para el desenvolvimiento del intérprete y estéticamente bellísimas.

Le auguro al maestro una gran carrera por su dedicación, esfuerzo, talento y amor por la guitarra.

Cuando iba a entrar a la licenciatura estuve buscando una guitarra de concierto. Contacté al maestro Jorge Lay y como cualquier estudiante, invertir una gran cantidad de dinero no es fácil- tenía muchas dudas e inquietudes que el maestro muy amablemente respondió. Me ofreció una guitarra que tenía de cedro canadiense, me mandó varias fotos y decidí comprarla. Estaba muy feliz de poder conseguir una guitarra de concierto.

Después de algún tiempo de adaptación, tanto de la guitarra como para mi, fui descubriendo su sonido, dulce, potente y también muy versátil, ya que puedo tocar cualquier género y suena bastante bien.

2 años después y todavía estoy feliz de tener mi guitarra Lay.

Amigos, les quiero recomendar AMPLIAMENTE, las guitarras del Maestro Jorge Lay Herrera, tras muchos años de probar y tener guitarras de otros lauderos, encontré en ésta bella tercerola, no sólo superioridad estética y de precisión , sino un sonido muy equilibrado, en color, potencia y timbre. Muchos armónicos y un sonido pastoso y dulce producto de una excelente hechura y maderas adecuadas. Ya conocía el sonido del nogal que es muy peculiar y me gustaba, por lo que una de mis guitarras fue fabricada así, pero con ésta tercerola pude explorar al 100% ese bello sonido.

Otra característica digna de mencionar, es la gran eficiencia de ésta tercerola al grabar en un micrófono de condensador, ahí es cuando se comprueba su gran proyección de armónicos y su sonido robusto y equilibrado en agudos, medios y bajos.

Es una guitarra verdaderamente excepcional, y es un honor y privilegio tener una Lay. Gracias amigos, por tomarse el tiempo de leer y confiar en mi criterio al recomendarles de corazón a éste gran maestro de la laudería en México. Quién no sólo es un gran maestro laudero, sino una gran persona que trabaja con un alto sentido de la ética profesional y conciencia ambiental, al tener maderas de alta calidad para todas sus guitarras.

Las Guitarras de Jorge Lay son ricas en colores de sonido. Tiene una delicada proyección adecuada para la expresividad de la música. Así, también cuentan con la posibilidad de las dinámicas estridentes y fuertes, dentro siempre de la cualidad íntima de este precioso instrumento.

En diversas ocasiones he tenido el gusto tocar y observar a detalle las guitarras de maestro Lay, encontrando en cada una de ellas un singular y distintivo timbre, acompañado de una sonoridad amplía, con esto no me refiero a que suene un cañón, sino a la amplitud del sonido en espacios cerrados, el sonido viaja y es posible percatarse de cada una de las buenas o malas notas que pudiéramos dar como intérpretes, hago acento sobre lo de malas notas, porque con esto a que el instrumento es muy sincero y no nos permite la mentira fuera o dentro del escenario.

Hablando de la estética, siempre es sumamente cuidada, denota en su construcción un pedacito de México haciendo notar en la roseta, costados, y bordes del instrumento, y por último mencionando otra de las más importantes cosas a la hora de escoger un instrumento es su comodidad, a lo que recuerdo justo en este momento que no tengo uno de sus instrumentos en mis manos, sus brazos son de un grosor moderado y la distancia entre las cuerdas y los trastes es la perfecta, sin trasteos y sin cansarse, son instrumentos muy completos en los que el maestro Jorge hace notar que entrega parte de si mismo, y su gustó por la creación de las y guitarras sumando a todo esto el trato que siempre es de primera.

Viaje desde Costa Rica porque quería una guitarra hecha con pasión, que representara el valor de hacer lo que a uno le gusta y de luchar por lograr los sueños, y eso es lo que significa para mi la guitarra hecha por don Jorge Lay; además de ser un instrumento de excelente calidad en materiales y sonido, es una guitarra que me inspira.

Me parece un gran trabajo el del maestro Jorge Lay Herrera. He tenido el privilegio de haber tenido en mis manos algunos de sus bellos instrumentos y todos llevan el alma de un Luthier generoso, apasionado, entregado y comprometido en dar lo mejor de sí en esta bella labor. De hecho estoy por adquirir uno de sus nobles instrumentos en un breve tiempo. Como siempre reciba un afectuoso saludo y abrazo de mi parte.

Las guitarras de Jorge Lay están construidas cuidadosamente y con gran atención al detalle, Jorge consigue consistentemente balance entre bajos y agudos, el sonido posee la calidez de las guitarras de la tradición española.

Una construcción inigualable la del requinto que estoy utilizando realizado por Jorge Lay, la proyección del instrumento es genial, las notas agudas no son estridentes y los bajos son muy presentes en el instrumento, en su totalidad afina muy bien por la calibración en la distancia de los trastes y es muy cómodo para ejecutarlo ya que el diapasón no es ancho y le permite a los dedos una mejor ergonomía a las digitaciones, a mi me ha funcionado de maravilla, he tenido la oportunidad de hacer grabaciones con él y considero que es ideal para el género del bolero (en mi caso).

El maestro Lay sabe mucho de guitarras y disfruta compartiendo su conocimiento con los jóvenes. Sus guitarras; más que a la moda, responden a la tradición de la hechura sólida y sin prisa. A el placer de tocarlas se suma el de ver como el sonido va soltando y se van adaptando a su dueño. Otra ventaja es que el maestro Lay -que por cierto es un gran conversador- siempre responde por su trabajo.

Actualmente poseo un Guitarra clásica de estudio y una tercerola experimental de 10 cuerdas. Ambas guitarras poseen un sonido cálido y redondo, propio de las guitarras de construcción tradicional. Conocí su trabajo hace ya varios años su trabajo, y he de admitir que me parecía mucho mejor la relación calidad-precio de aquél momento que la actual, sin embargo mis instrumentos son de batalla y no me han dejado colgado, tienen un desempeño muy estable.

A nivel sonoro la guitarra de estudio es destacable por su timbre, el volumen no es el mas sonoro que se encuentra en el mercado actual, pero en grabación y en microfonía es una de las mejores respuestas que he encontrado, con muy poca tendencia a la retroalimentación de caja y gran nitidez en la respuesta. Le felicito por el trabajo y crecimiento realizado, estoy contento con mis instrumentos, los cuales han sido vistos y seguirán viendo en distintas situaciones y proyectos.

Contar con una guitarra Lay ha sido una experiencia muy grata. Su balance tímbrico me permite crear una atmósfera sonora bastante abierta, pero sin exceder las posibilidades. Por otro lado, el peso de la guitarra es muy cómodo, lo cual pienso aprovecha al máximo dicha característica. Sin embargo, puede ser una desventaja si no se procura su cuidado. Me gusta bastante la distancia que mantienen las cuerdas a lo largo del brazo, y aunque difiero en cuanto a la altura sobre el doceavo traste, no presentó mayor problema.

Lo que más me agrada es la estética de la guitarra. Más allá de contar con varias maderas (cocobolo, cedro rojo, palo escrito y bocote) tiene un aspecto sobrio de ellas, pues en el caso del cedro rojo, se pueden sentir las vetas. Pero ello no significa que no sean bien tratadas, tienen un cuidado excelente.

El Arte de la reparación y restauración supone un reto mayor, incluso que empezar de 0. Fue así mi primer acercamiento con Lauderia Lay, una crujía que pocos se atreven a atender, realizar un cambio de tapa y diapasón de una Guitarra de concierto de Rosa de la India. He de decir que el resultado es una guitarra completamente nueva con el sonido característico de las guitarras Lay. Gracias Mtro por cuidar hasta el mínimo detalle en la manufactura y estar a la altura o incluso más del instrumento que puse en sus manos.

Las guitarras Lay tienen una gran cantidad de colores para enriquecer la música, una gran proyección y sonido robusto, todo en armonía con la estética y la delicada construcción del instrumento.

Me enteré del trabajo del maestro Lay Herrera gracias a tres recomendaciones de personas distintas, desde ahí tuve mucha confianza. Cuando me puse en contacto con él, amablemente me invitó a conocer su taller y acepté. A pesar de que había visitado antes otros lauderos, esa visita al taller del maestro Lay marcó toda la diferencia.

Me mostró su trabajo, guitarras preciosas en distintos puntos de su construcción, me mostró sus herramientas y la función de cada una, me permitió tocar las mejores de sus guitarras y respondió con minuciosidad a cada una de mis preguntas; la misma minuciosidad con la que trabaja. Incluso me presentó las maderas de altísima calidad que guarda para sus guitarras y, aunque soy una persona bastante prudente, y lenta para tomar decisiones, ¡Elegí las maderas para mi guitarra ese mismo día! Tal era la confianza que sentía.

Pasados unos días le di mi confirmación y comenzó a construir. Me enviaba fotos de cada etapa en la construcción de mi guitarra y me hablaba de los avances con entusiasmo, creo que fueron alrededor de una decena de fotos relatando el nacimiento de mi guitarra. Cuando estuvo lista, fui lo antes posible y recibí un precioso instrumento en perfecto estado.

El maestro quedó muy atento a todas mis consultas, fui algunas veces a su taller para darle unos pequeños ajustes a mi guitarra, como la altura de las cuerdas, por ejemplo. Repetimos el proceso hasta que sentí que la guitarra se ajustaba perfectamente a mis necesidades. En esos momentos esa guitarra ya se volvía única para mí, en verdad hecha a mi medida… y antes que se me olvide, me permitió elegir el largo de adecuado para mis manos. ¡Las midió! Para asegurarse que la guitarra se acomodara perfectamente a mí. Cada vez que fui a su taller viajé más de cuatro horas (y para alguien que no es de México, eso es bastante, ¡en verdad que es bastante!) pero no importaba, porque hacer el viaje y volver al taller del maestro siempre era una experiencia gratificante.

Y el resto es historia, yo había comenzado mis estudios de guitarra hace pocos años, así que, con ayuda del maestro Lay, elegí maderas que fuesen mejorando la calidad con el tiempo. De esta forma, mi guitarra ha ido creciendo conmigo, desde un sonido muy pequeño y un poco puntiagudo hasta un sonido muy dulce y redondo, y un volumen totalmente inesperado. Mi guitarra hasta el día de hoy me sigue sorprendiendo.

Sin más que añadir, solo diré: Muchas personas construyen guitarras, el maestro Lay Herrera construye experiencias.

Guitarras de calidad en muchos aspectos, instrumentos únicos con una estética excepcional, hechas con los mejores materiales y una construcción de alto nivel, teniendo siempre la asesoría sincera acerca de lo más conveniente para la elaboración de tu Guitarra, vale mucho la pena invertir en un instrumento con dichas características del cual ofrece un precio Justo.

Mi experiencia con estos instrumentos fue grandiosa ya que no me había sentido cómodo tan rápido, al tocar existe una respuesta al sonido increíble, pudiendo hacer un amplio rango timbrico desde algo tan sutil hasta un sonido enérgico sin esfuerzo alguno, mis más extensas felicitaciones al Maestro Laudero Jorge Lay Herrera por su dedicación y amor a la construcción de la Guitarra Clásica, todo esto se ve reflejado en su trabajo.